viernes, 25 de septiembre de 2015

Lentamente ahogo un pájaro.

Y sigo nadando despistada en tus universos vacíos
 encontrándome con el todo.
 Seguimos lamiéndonos las heridas rojas de hierros punzantes.

Jugamos a morder cristales rotos como  al principio, 
recorriendo  con gusto el paladar herido, 
sorteando precipicios de sal sin asustarnos de nuestra naturaleza.

El ojo
sugiere 
un océano invisible que fauces grises que saben a hogar, 
y la vida los quema la piel 
palpitante, 
cuando corremos por pasadizos de mármol 
huyendo del miedo a perder los pies y los cimientos. 

Ese pánico instintivo a liberarnos de las raíces de la tierra, de lo corriente.







sábado, 1 de agosto de 2015

La niña de fuego.

La conocí a través de la puerta abierta de un motel. Estaba de pie y desnuda, exhibiendo sus vértices y consultando el diccionario. ‘Volátil, volátil’, susurraba.

Esa noche llamó a mi puerta y, sin esperar a ser invitada, atravesó la moqueta azul directa al minibar. Descorchó una botella de vino blanco y me pidió que desconectara la alarma antincendios a la vez que se encendía un cigarro largo y fino. 
Tenía la piel transparente y en cada trago que daba a la botella yo padecía por sus labios, finos y granates, que parecían a punto de explotar en un revuelo de arena y caracolas. 
Sentada en el suelo con las piernas cruzadas, con un turbante beige y los mechones rojos liberándose lentamente, me deshojaba expectante. Nunca me había gustado la extravagancia.

Aquella madrugada hizo una hoguera con todos mis sentidos, y bailó alrededor de ella como una loca, como una flamenca.
Me convirtió la vida en burbujas, que soplaba y rompía en su domingo interminable, con aires aburridos. 
Me besaba lento para que le durara el amor.

En sus ausencias, yo tendía los calcetines ya secos, guardaba platos vacíos en el frigorífico y me echaba pasta de dientes en el cabello para ducharme. Asistía a comidas familiares y más tarde escribía largos mensajes disculpando mi ausencia, mientras los fantasmas de tus dedos me recorrían el cuello.

Cuando marchó, me escondí de los atardeceres. Lloré lágrimas negras, porque la niña de fuego me había dejado lleno de cenizas por dentro.



martes, 21 de julio de 2015

Sara.





No será el glamour de nuestros peinados lo que conquistará el mundo, pero ahí estaremos dispuestas a coger nuestro trozo de pastel. Hoy, que nadie va a ganarnos a salvajes, será una caravana en el desierto. y saldrá de nuestra flaqueza, energía que no teníamos. No pararemos a dormir, bailarás mi rubia para mí. Hoy has vuelto a salvarme la vida y tú, sin enterarte. Sin enterarte, tú. Sin enterarte, tú. En las horas muertas de la noche nos beberemos hasta el agua de las flores. 
Voy a sacarte a bailar "Like a virgin" entre todos los feriantes. Te dije ¿son las seis de la mañana? Te quiero pero, no pongas tus pies fríos sobre mí. El ruido inacabable, la luz a punto de salir. No pararemos a dormir, bailarás mi rubia para mí. Hoy has vuelto a salvarme la vida y tú, sin enterarte. Sin enterarte, tú. Sin enterarte, tú. Yo no tenía ninguna duda de que Yola mola mil. Hay señores que cuentan sus secretos de cocina y del vivir. Es la caída más limpia del mundo, y es caída libre, 
caída libre, caída libre, 
caída libre. No pararemos a dormir, bailarás mi rubia para mí. Hoy has vuelto a salvarme la vida y tú, sin enterarte. Sin enterarte, tú. Sin enterarte, tú.



jueves, 16 de julio de 2015

Tú.

Te quiero.


Y cada vez que lo digo se hace más fuerte, cada vez que lo pienso es más real: este cortocircuito que se crea cuando tus dedos rozan mi epidermis y encienden todos mis interruptores. Me iluminas. Te pusiste el traje de electricista y colocaste en mi una red eléctrica. Ahora tengo el sistema nervioso más desarrollado que nunca.
No es solo eso, es quererte hasta el punto de no poder respirar, de una necesidad obsesivo compulsiva y dependiente . La ansiedad de las ganas de sentir tus brazos con los mios, tus manos con las mias y mis dedos con los tuyos. De tu y yo.
Eres la pieza que me encaja a medida, que me vuelve segura. Me das todo lo que me falta y más, y yo te doy todo de mi y siempre será insuficiente en comparación. Estoy enganchada a ti, a tus manías ya tus formas que ya casi son mías. 
Porque somos como placas tectónicas que se mueven conjuntamente, siento que el motivo de mi vida fue para encontrarte porque desde que apareciste el mundo empezó a valer la pena ¿y sabes? El optimismo que creas en mi me asusta y me gusta.
Eres lo más bonito que he encontrado en la vida. 

Siento que pod(r)emos con todo. 



Te quiero. 
(Y siempre lo haré)



miércoles, 8 de julio de 2015


cataclismo.
(Del lat. cataclysmus, y este del gr. κατακλυσμός, inundación).
1. m. Trastorno grande del globo terráqueo, producido por el agua.
2. m. Cualquier otro tipo de trastorno grave producido por un fenómeno natural.
3. m. Gran trastorno en el orden social o político.
4. m. coloq. Disgusto, contratiempo, suceso que altera la vida cotidiana.



Anhelo comprender tus silencios.

Deseo ver como el absoluto explota y los trozos se desordenan y entremezclan como el humo exploten exploten exploten y te miro no tienes alma y pones música porque la necesitas la música estaba en ti tu eras toda música y ahora silencio silencio y estas vacía y jamás te llenaras de fuera hacia dentro y ahora mismo no existe un hueco en el universo donde yo pueda estar cómoda mientras tu existas así como existes ahora


No puedo hacer más que preguntarle a esa mariposa que hace aquí, tan lejos de la felicidad





lunes, 22 de junio de 2015

III

Que bonita estás cuando estás tan caótica.
y tienes un poquito de lujuria en los labios
cuando parpadeas con la magia de una tormenta.
Y.
Me
     in
          un
               das.

Gritas cuando carraspeas las viejas teclas de una vieja máquina de escribir y
yo te descifro sin necesidad de cifras para mesurar los decibelios de tu voz.
Mi misión es sostenerte sin que me veas,
solo siente, gana emociones que tú ya me has ganado a mi.
Voy a colocar cada cosa en el mundo para que no te tropieces con nada,
y vueles.

No sería capaz de pensar nunca que todo esto te podría.


sábado, 6 de junio de 2015

Pájaros de fuego.

'¿Qué son las despedidas si no saludos disfrazados de tristeza?
Nunca has sido mía. Nunca pude poseerte y amarte. Nunca me amaste, o me amaste demasiado, o me admiraste como la niña que toma una lente y se pone a ver cómo marchan las hormigas.

Anaïs, no creo que nadie haya sido tan feliz como lo fuimos nosotros. No creo que exista en la historia del hombre y de la mujer un hombre y una mujer como tú y como yo, con nuestra historia, con nuestras circunstancias;

con aquello que se desbordaba en las paredes, el ruido de la calle y la explosión de tu mirada inquieta de ojos delineados en negro; con la sinceridad de tu cuerpo frágil y tu secreto agresivo e insaciable.

Te extraño casi a todas horas: cuando escribo, cuando te pienso, cuando escucho las campanas que me anuncian que ya son las tres, cuando me acuerdo de las horas interminables entre humo y whisky, cuando como en aquel lugar en que nos dió el aire y cuando escucho la radio.


Adiós, Anaïs, adiós.

 Ya nos encontraremos en otras vidas y en otras vidas podré poseerte y quedarme contigo por siempre. Ya te veré en medio de la nieve, entre libros y vino.

Tuyo,

siempre,
                                                                                                                                          Henry.'


lunes, 25 de mayo de 2015

Home.

"Es imposible ser más bonita que tú"
En enero, en primavera, en agosto o en otoño. Luces las luces de mil maneras. Eres infinita.
Y yo, que me despierto cada día con un peso nuevo que me hunde.
No me faltan segundos para abrir la ventana para verte. Para que me hables. Para que me veas porque ríes en tus nubes grises que te hacen preciosa. 
Y de repente, me das esa fuerza que me impulsa a querer romper el cristal y gritar. Gritar alto y fuerte aunque nadie me escuche. Porque eres inmensa. 


Me quedas grande pero aún así noto como me abrazas. Noto tu fuerza gravitatoria que me dice de que permanezca aquí para siempre.
Y no lo sabes, pero desde hace tiempo eres la única capaz de mantenerme la sonrisa. La ilusión. Soy esa niña pequeña que abraza a su madre al lado del Big Ben en las fotos.
Quiero recorrerte hasta que me duela el cuerpo. Descubrirte para cubrirme contigo.
Que tú y yo tenemos una competición a ver quien llueve más y por ahora te voy ganando.
Aunque tú siempre vas a estar por delante de mi, maravillosa, con cientos de millones de paraguas protegíendote. Porque...¿quién no se enamoraría de ti como yo, mi querida ciudad de Londres?


lunes, 11 de mayo de 2015

Parábola.

El padre le puso el rifle en las manos por primera vez, y lo cogió temeroso, como si fuera a disparase solo con entrar en contacto con su mano.

-Si no lo haces es porque no eres un hombre.

Levantó la mirada hacia el zorro. Estaba arrinconado, sin escapatoria.
Se atrevió a mirarlo a los ojos y se reconoció en ellos.
Si no lo hacía, no era un hombre.

Una fuerza que parecía anterior a él lanzó el rifle tan lejos del páramo como para borrar la sucia marca de pólvora de sus dedos. El golpe seco que produjo la caída pareció salir de su propio pecho. 


-Ahora soy un hombre- pensó en voz alta la misma fuerza que acababa de tomar el control de su vida.




jueves, 7 de mayo de 2015

Instructions pour le chasseur de métaphores.

Todas las cosas del universo se parecen. 
Todo tiene, en sus antípodas o en la proximidad, un hermano natural. Así se descubren las metáforas, porque no se inventan. 
Si abres bien los ojos, verás hilitos granates y serpenteantes que lo unen todo en estética o alma. 
Sólo necesitas tener el corazón tranquilo y una red fuerte de palabras. 

Puedes cazar una fácil, como la que engancha la piel de los jóvenes con el agua del mar, o la que relaciona los dientes con los secretos que este guarda en el interior de sus ostras. 


Con el tiempo hallarás en cada cosa millones de secretos inseridos. 

Si te topas con el amor, la escritura se te turba de océanos metafóricos infinitos que se recrean.
 No te asustes, el mejor observador de metáforas es aquel que no encuentra palabras para abarcarlas.

Cuando seas un experto explorador de la belleza, te sorprenderás en tu cacería al encontrar ancianos endebles sujetos por millones de hilos rotos, como marionetas de niños exiliados. 

Han sido ya muchas metáforas diferentes: una flor de jazmín, el roce de la avena fresca, los ojos de un ciervo ante la flecha final, un cristal masticado por el dolor o el lodo claro tras el huracán.  

Así descubres que morimos por las incisiones de la belleza a lo largo del tiempo, por el cansancio sereno de la recreación continua.


Un día la naturaleza no esconderá nada ante tu mirada y te sobrecogerás, rompiendo el caparazón que todos los humanos tenemos para protegernos de lo hermoso.
Una lágrima de miel recorrerá tu cuerpo y eclosionarás en un revuelo de camelias y nardos.
Todos los poetas morís con sabor dulce en la piel.




miércoles, 6 de mayo de 2015

婦女

me enseñaron a no desear nada, a tragarme la desgracia de otros, a comerme mi propia amargura.

¡Y aunque enseñé a mi hija lo contrario, ella ha seguido el mismo camino! 
Tal vez se deba a que soy su madre y es mujer, y yo soy hija de mi madre y mujer también. 
Todas somos como unas escaleras, un escalón tras otro, que llevan arriba y abajo pero en la misma dirección.

Sé lo que es permanecer en silencio, escuchar y observar, como si la vida fuese un sueño. Puedes cerrar los ojos cuando ya no quieres mirar, pero cuando ya no deseas escuchar, ¿Qué puedes hacer?





                                                                                   El Club de La Buena Estrella, Amy Tan.



jueves, 30 de abril de 2015

Elle.

Es capaz de cambiar el tiempo. Lleva en sus costillas un barómetro cosido con piel de seda. Y cuando su corazón bombardea más fuerte, llega la tornementa. 
La he visto llorar miles de veces, que se le va a hacer, se le escapan los sentimientos por los ojos porque ya no le caben más... Pero eso no significa que sea cobarde, es valiente. ¡Pero que digo! Es la persona más valiente que nunca he conocido: no lleva caparazón ni armaduras. No necesita hacerse con objetos, ya tiene las palabras. Es guerrera en los campos de amapolas. No le hables de espadas ni armas blancas, háblale de lápices, de pinceles, de colores... Eso la hace feliz. Y cuando es feliz es fuerte. Y siempre es feliz aunque no lo sea. 
Un día me la encontré dormida (o almenos eso creía yo). Estaba llena de pintura , venía de la guerra. Luchaba contra sus pesadillas de noche, y por las mañanas estaba demasiado cansada para luchar contra ella misma. Pero increíblemente siempre sabía como limpiarse del lodo que tenía hasta el cuello. 
Era increíble.
Era sobrenatural. 

Nada me gustó más que escribirle. Que admirarla. Puede que algún día todo esto le pudiése servir. 
O no.
No sé pero.

Con existir me lo agradecía cada día. 


viernes, 24 de abril de 2015

Stummheit.

Tengo miedo a que mis metáforas no despierten. 
A que la armonía por imperfecta se trunque.

Que las pesadillas se coagulen y no queden fuerzas para soñar despierto. 
Perder la ilusión de empezar el día por la esperanza de acabarlo. 
No ser sábanas desordenadas, ni mermelada de melocotón, ni cisne. 
Que cerrar los ojos sea sinónimo de ceguera. 

...contarte mi anatomía cerebral, explicarte que si me abrumo es porque algo superior me ahoga. Me oprime estómago, encéfalo y garganta. Hace que desee encerrarme a escribir, gritar a lo desconocido, correr para escapar de mi, llorar o reír hasta desfallecer. Tal vez sea lo salvaje, el veneno cítrico que llevo en la piel. Ronronea al sentirse libre, pero me llora de incomprensión el resto del tiempo, creando armaduras de fibrosa sensibilidad.



viernes, 17 de abril de 2015

Desgaste.

Los ruedas de la primera bici de  un niño que se pasa las tardes en el parque más pequeño de una ciudad.

Las cuerdas del arco de un violoncello que desde que se creó no ha dejado de sonar. 

Un agujero en unos calcetines con un estampado de mariquitas. 

El hombre que sigue amando a su exmujer a pesar del divorcio. 

Los zapatos de aquella bailarina que ensaya día y noche. 

Una herida en la rodilla que ya ha reado costra. 

La vieja mujer que guarda los dibujos de su nieta.

La carta que le envió un soldado a su mujer cuando le obligaron a participar en la guerra. 

Una foto en la mesita de noche que ver cada día. 

La madera de la casa del arbol donde tres niños juegan a que son invencibles. 

Los labios que llevan 50 años besando los mismos labios y así seguirán. 

Un reproductor de música tan antiguo que funciona con unas pilas que ya no se fabrican. 

La primera piedra que pisan los jóvenes cuando van a bañarse al río. 

La mina de un lápiz que ya está cansado de escribir. 

Un viejo pianista con alzeimer que toca cada día la única partitura que recuerda. 

Una chico que  se sigue aferrando a el que en su día fue su jugueta favorito. 




La vida,

nos desgasta.


jueves, 16 de abril de 2015

A mi.

Querido yo: 

Hace días que te quiero decir que ya no te necesito. Eres tú el causante de esta tragicomédia. 
Te odio y por eso te quiero.
Te quiero y por eso te odio. 
He estado recapacitando sobre lo que pensaste. Aquello que me dolió y aquello que no lo hizo, que vino despacito y se me atragantó. 
Escúchame, que se me han quedado las espinas en la garganta. Que ya no florece ningun lírio. Que la película se ha acabado y sigo sentada en la misma butaca número 78. 
Así que  por favor te lo pido, vete y no me dejes nunca. Márchate y no te olvides de mi. Quédate conmigo para siempre y no vuelvas.

 

Que hoy  no quiero saber ya nada de ti y por eso te escribo.


sábado, 11 de abril de 2015

Moqueta azul.

Si miro atrás y no estás ahí será que por delante vas. 
Aunque traté de discutir será que nunca te entendí, 
será que nunca comprendí… 
Que un reflejo de ti, me llegará. Pasé toda la vida aprendiendo a entender que no estás. 
Y en silencio lloré hasta despertar, 
y saber que soy yo 
quien te tiene que salvar. 
Un reflejo de ti , tan lejos estabas, que enviaste un reflejo de ti. 

Tumbado en mi moqueta azul prometes que me llevarás de viaje hasta el final del sol 

será que nunca te expliqué, 
será que nunca te expliqué 
que para mí el viaje eres tú. 

Un reflejo de ti me llegará. Pasé toda la vida intentando buscarte detrás. 

Y en silencio lloré hasta despertar, 
y saber que soy yo, quien te tiene que salvar… 



miércoles, 8 de abril de 2015

Xiqueta dolça.


L'hivern del 97 et regalaren una nineta de drap que tenia el teu nas.
Per evitar l'amargura de la vida,  sa mare li va ficar de nom "Dolça" , per a vore si així era capaç d'omplir de mèl i sucre tots els problemes que li aparegueren.

Tú, que en aquella época encara no fores tan mal home;
la portaves a jugar en la pilota i li netejaves les mans abans de dinar,
li feies un parell de trenes per anar a escola,
cuinaves els seus plats preferits que feien sabor a amor de pare,
li feies pessigolles al melic
i li donaves un petó de "bona nit" per a que tinguera somnis bonics.

Però poc a poc, et vas anar oblidant de aquella nineta que tanta il·lusió et feia.
I mentre ella creixia, la roba se li anava descosint.
I tú, sense donar-te compter, amb la teua indiferència tensaves encara més els seus fils.

Sa mare, que observava trista la situació, intentava cosir-la abans de que fora tard.
Però, no hi havia res a fer:

Tota la Dolçor va desaparèixer.
Els seus fils ja no aguantaven més.


(Re) creándome

Yo le dije: "Haz de mi poesía".
Y él me midió la métrica desde las pecas hasta las costillas.
Me llevó a sus (uni)versos.
Hizo de cada una de mis cuerdas vocales, su bimembración.
Y me llenó de metáforas la cabeza.

Mirarle a los ojos, era en mi, una catarsis.

Dibujó en mi espalda con los dedos, convirtiendo poquito a poco mi piel en papel. 

Pero nunca se atrevió a borrar nada. 




Acabé encadenada. Como si fuese un soneto.  

sábado, 4 de abril de 2015

Dimenticare.

Porto dove vado il profumo di rucola e di mare sotto la nascita del sole.

En algunos lugares existimos más que en otros.

El lugar donde aprendimos a respirar es gran parte de lo que somos.

Huir de ese lugar puede convertirnos en lo que seremos.

Pero el árbol que escalamos, el monte que recorrimos, el viento que nos dió en la cara...

Es ahí, siempre, donde soñamos descansar eternamente.

Si muero, dejad el balcón abierto...




lunes, 16 de marzo de 2015

萬金油

I entre kilómetres de rostres asiàtics que s’acomulen per agafar el subterrani, els meus llacs de nostàlgies et reconeixen.
Missatges secs d’un idioma extranger saturen l’abséncia d’oxigen, tu i jo parlem en fonemes de la nostra ànima, en la llengua de les nostres àvies.

Dies després la teva pell bruna em torna a semblar un desert fred que necesite recòrrer i descubir per a véncer el teu secret. 
Mirem per finestra i imaginem el paissatge que la contaminació, travessa, ens oculta. Trobem a faltar el Mediterrani.

Escampe pasta de dents pel parquet i quan et gites al meu costat, et pinte ralles d’ indi a les galtes. Ara hem de lluitar, em dius, tot tornant-me el gest. 
Afegixes que no cal que treballem hui, que la ciutat es més lletga que jo, que m’he d’inventar un conte i susurrar-te’l a l’orella.


Perque, en la teva opinió, per fer mágia sols necesite escriure més ràpid.





Magical girl.

Bajas. La persiana. Y sólo. Decapitas al gato.

Los sintagmas disparan directamente a tu cerebro.

Pasos imaginarios palpitan en el  parquet de tus oídos.

No puedo evitar pensar que el minutero presagia el fin, incansable.

Borras. Con el dedo húmedo. Una larga gota de sangre en la baldosa blanca. Y aún así. Permanece su contorno.

Poseída.

El ratón no quiere abandonar el sitio donde murió por mucha fuerza que ejerzas sobre el palo. Sientes que luchas contra natura y el tamaño no, no importa.

Uñas. Gritos. Piel abierta y mal cosida.

El miedo a un incendio, a una sombra, a una tela suave que se desliza sin que la provoquen. 

El miedo, como el desorden, se acumula en cada esquina como la suciedad que nadie quiere agacharse a corregir. Como un submundo previsto para mentes maniáticas y miradas inquisidoras.


Raspas las ranuras de tus rodillas rechinantes de rabia. Ruccola fría para los sentidos crispados.

Y solo ante tu imagen disparas al espejo para matarte sin dejar rastro. Compruebas que sí, es cierto lo que te contaban, que por dentro somos sangre y hueso

                                                                                                     y no sólo palabras.










sábado, 14 de febrero de 2015

Phýsis.

Bienvenidos sean todos los suicidas de la naturaleza.
Arrancadme las hojas secas que se han quedado pegadas en mi,
como si de miel tratase. 

Quiero bañarme en el río más helado de tus mejillas,
luego romperme en el suelo árido de la Tierra.

Dormir en el bosque más tranquilo de las costillas del planeta, y desvanecerme.
Ya soy tierra.
Yo soy tierra.
Y siempre lo he sido. 
No formo parte de esta abigarrada y acerba ilusión que llamáis humanidad.

Soy un mosquito, 
una azucena,
una semilla de pomelo que aún no ha germinado.

Desde el cielo lloro lluvia almíbar.

Y cuando notes  el frío viento y pienses que no deberías haber salido de tu caparazón,
me convertiré en astros para que puedas volver a casa.

Hálito, vaho, resuello. 
Meliorchis Caribea, Passiflora, Hydnora, Bulbophyllum.


No necesitamos ya setas alucinógenas. Fango.



A todos los suicidas de la naturaleza:
Bienvenidos sean. 

viernes, 30 de enero de 2015

Vértice.

Podría retratarte tan sólo uniendo las líneas que me marcan tus pecas. 
Te desvaneces a cada pestañeo, el sistema solar parece tan pequeño cuando tú ríes sin sentido. 
Hoy mis caricias en tu pelo se acompasan al llanto, un paréntesis intrínseco en mi párrafo enmarañado. 
Me amoldo en tu postura indefensa hasta crear una escultura siamesa. Nuestras costillas encajan. Compartimos vértices.

Una niña tierna

que nunca podrá 
      crecer.

Una melodía delicada



que me acompaña en el
       desagarro 

sin que recuerde haberla aprendido.


                                         Adagio in sol minore, T. Giovanni Albinoni


lunes, 19 de enero de 2015

Some girls are bigger than others.

Tens dins teu una força gravitatòria que només els que t' estimem coneixem.
Qualsevol pot llegir les meves línies i asentir si t'ha vist plorar o riure. No imagine un motiu  tan obvi per escriure com es dir-te que t'estime, i que res que pugues dir o fer conseguirá que ho dubte mai. 
Veig en tu la bellesa i la tranquilitat del temps, una sonrisa de la terra en la teva sola existéncia. 
Pensarás que exagere, et conec. 
Pero m'arranques la força que continuament em falta, traus lo millor de mi i de tothom i ens fas somniar que et mereixem a la nostra vida. Arribes amb la teva meteorología i calmes les meves tempestes amb un abraç. Ni vivint cinc vides podria agrair tot allò que no sé ni explicar.

No tinc temor a que em faltes mai. No només perque t'imagine per sempre com una part del meu cos, inmutable en el temps i la distància, sino perque quan t'anyore sols anyore la teva veu, la teva presència la trobe a tot arreu. 
Et veig en el cel que amenaça una plutja dolça, et veig en les flors menudes i blanques, et veig en cada acte bó, en les cançons dels Smiths, en la música clásica, en les mans petites...

Espere tindre el poder suficient per a que entengues quan estàs en mi que, a pesar de la meva torpessa en tot, no podría fallar-te. No puc deixar-te caure ni penjar el teléfon si em necesites. 

Hi ha línies transparents que unixen cors de per vida i no podem escapar això, es un tipus de màgia de la que ningú parla. Es tracta d' una dependéncia suau i natural en la que cada paraula escrita i cada llàgrima caiguda es comparteix i es nota. Crec que les dos creiem en eixa màgia.

M'agradaria que et vegueres com jo et veig, sols un moment. Com un filtre de llum, una poesia curta pero emotiva, un personatje de llibre que ha caigut a un món imperfecte.

Gràcies per donar-me l'oportunitat de felicitar-te  i pasar amb tu tots els aniversaris, nadals, estius i primaveres vinents. Gràcies per estar sempre amb mi encara que no hi estigues. Sempre m' has fet confiar en que existeix algo millor.

T'estime imperdurablement, feliç dia més blau de l'any.





viernes, 2 de enero de 2015

The good times are killing me.

Te digo en un susurro que joder, se ha hecho largo y yo debería ir a dormir, y te ríes por primera vez en cuatro horas, dejas las enfermedades rutinarias, tus vicios y defectos y la pobreza de tu gente. Te ríes, me miras a mí, y a el rayo diminuto de luz que ilumina mi rodilla derecha. 
Dirijo la mirada a la grieta de la madera que lo crea y me levanto para abrir la ventana. Entra una luz viva y dorada. Son las nueve de la mañana y ambos habíamos olvidado el paso del tiempo. 

Nunca me habías hablado de ti tanto tiempo, nunca habíamos roto nuestras membranas de plástico para desnudarnos de una forma trascendental. 
Pienso fugazmente en el amor y el deseo, en cómo algunos momentos engullen la realidad y se inmaterializan sin nacer ni morir. 
No recuerdo si llegué a irme a dormir, si te dejé dormido o si rompí en voz alta esa ley del susurro que siempre se continúa involuntariamente. 
Recuerdo minutos enteros mirándonos acostados en sofás paralelos. 
Recuerdo mi cuerpo rogándome que me levantara para apoyar la cabeza en tu pecho negro, simplemente. 
Recuerdo preguntarme si tu mirada ansiosa reflejaba una lucha interior similar a la mía, si era posible que tu también siguieras la trayectoria de mis labios al hablar porque los tuyos suplicaban influir en ese roce. 
Recuerdo que a la mañana siguiente me debatía entre la comodidad del mundo privado y la extrañeza con la que nuestra intimidad había muerto. 
En sólo unos instantes concurridos, resurgió mi timidez al dirigirme a ti, el embelesamiento de tus pestañas cuando estabas cabizbajo, el noble arte de observarte cuando me regalabas una excusa.