sábado, 28 de abril de 2012

Stop fraying my ribs.

Tus clavículas rebotan sobre el pecho y van al ritmo del segundero que marca cuanto falta hasta que acabe la implosión. El mundo se ha vuelto borroso.
Eres la clase de personas que se meten en el baño para llorar y se convencen de que están reparadas al salir. Algo empieza por tus pies, y sube como un terremoto.
Te has fundido a la baldosa fría de la ducha, y no te das cuenta de que tu cuerpo desnudo está rojo por el agua caliente, que cae desde un punto alto que no llegas a ver. Las lágrimas se mezclan con el agua.
El eco de una canción te llega entre la capa húmeda que chorra desde el pelo negro y cubre tus oídos. Te gustaría describirla, o al menos lo que te transmite, pero la reverencia absoluta es algo complicado de describir.
Preguntas en voz alta para que sirven los demás, a parte de para que darte cuenta de que al final no importan nada.
Te preguntas contínuamente cuantos bolis, cuantos folios, cuantas hora bajo el grifo utilizarás hasta que alguien te dé un gesto sincero.
Es la sociedad, que te quita las costillas de una en una, hasta dejar tu corazón desprotegido. Los demás pueden esconderse. Pero tú tienes que aguantar siempre la tortura. ¿Porqué? ¿Porqué alguien te necesita? Cada detalle de tu vida empapada es sólo una consequencia más de tu enfermedad.

Thanks for the glue.

Dormir entre remolinos de algodón. Una risa ahogada que siempre será un misterio.
 Motas de plovo con olor a libro y a tomillo. Guardar el impluso de correr y lanzarte a sus brazos.
Una bailarina de porcelana que rueda al compás de una nana de amor para una muerta. Su sonrisa.

Una pared de papel azul claro a rayas blancas. Una casa que me persigue en sueños desde siempre.
Dos locas chillando una canción de rock mientras suben a la fiesta. Un piano blanco bañado por los primeros rayos de sol. Unos labios bordeados de cacaolat, fruto de una  nocturna expedición secreta a la nevera.
La confusión entre lo real y lo soñado. Una bañera teñida de azul. Un beso encima de una lágrima resbaladiza.
El agua multicolor de los pinceles. Un libro de meriendas. Un baile infantil en la cocina. Patos. Un helado que entonces no era demasiado caro. Una costumbre que no sabe de edad. Sus huesos pintados en color verde para adorarlos cada día.

El tacto del pie con el calor de la hamaca. Repasar con el dedo el contorno de tu mandíbula.
Mezclar tristeza y felicidad. Cansancio. Un extraño a quien querrías volver a ver. Un banco enmedio de un jardín de rosas. Perderse en la cama.


Todo lo que no importa se convierte con el tiempo en lo más importante.



Courage hootch.

Si me vieran ahora aquellos que me creen valiente. Estúpidamente enganchada a una almohada, gritando en silencio el nombre de alguien que aún no existe.
Las promesas que me hago por la noche se me olvidan cada mañana. Me repito, me engancho, y acabo deseando quemar cada gramo de este cuerpo.
Soy capaz de decir lo mismo mil veces sin intención de solucionarlo.
Cada vez es todo más jodidamente difícil. Quiero a alguien aquí, pero si apareciera lo negaría todo.
Quiero la verdad y no sé aceptarla. Cada día me lleva a esta almohada, que no hace más que repetir lo que gime mi voz de idiota.
Vivo buscando algo que encontrar, lo que me falta. O lo que me sobra.
 Sea lo que sea, no lo encontraré en esta cabaña de sábanas. Pero es aquí donde queda mi valentía.

I break down.

Tú nunca me das tu situación, sólo tu cara bonita. Nunca me das instrucciones, sino algo pasado que extrañar. Todas los recuerdos mágicos, no se van contigo.
Y en la hora de las fiestas, ¿que puedo hacer sin tí? Pronto estarás de nuevo lejos de aquí, y habremos vuelto a perder el tiempo, de una manera o otra.
Todos los niños buenos van al cielo. Todos ellos están preguntando siempre, pero felices. 
Entiéndeme. Sabes que eres lo único real que me queda, solo creo en tí.
Y en la hora de las investigaciones, me derrumbo.



sábado, 7 de abril de 2012

Somebody that I used to know.

Estoy feliz de haberlo terminado alguna vez. Sabes que puedo ser adicta a un tipo de tristeza.
Como la resignación al final, siempre el final.
Pero no tenías porque apartarme de esa manera y hacer como si nunca hubiera pasado. Fingir que esta relación empieza tan de nuevo, y ultilizar los trucos de antes. Y en realidad no necesito tu amor, pero me tratas como a una extraña y eso es muy bruto. No tenias que caer tan bajo.
Siempre me hacias creer que era culpa mía y yo no quería vivir de esa manera, analizando siempre cada palabra que decíamos.
Y ahora después de escaparme por fin, me siento como si hubiera vuelto a caer.
Esta situación resbala como el hielo.
Pero es que tu latidos, tus manchas, tus gestos son los mismos. El único que has cambiado eres tú.
Ahora sólo eres alguien a quien solía conocer.

The name of the feel.

Dame un segundo, que tengo que encontrar mi vida entre este desorden de sueños.
Noto constantemente que mis huesos están cansados de soportar un peso que no es solo mío. Y sólo tengo una vida que ofrecer para todos.
Aguanto saber que ninguno de ellos me conocerá nunca realmente. Pero mira como estoy luchando por mi existencia.
Que mi vida suene a canciones de los noventa, porfavor. Y deja de apoyar tu mano en mi tocadisos, que así se rompe. Me falta el sol domo único traje y una de olor a irresponsabilidad. Poder contestarte a todo que no me importa, aunque sea solo por verte callar.
Esta noche estoy creando así que no me pidas que hablemos de nosotros. La vida es demasiado corta como para que importe todo el tiempo.
He decidido que cuando encuentre el camino correcto empezaré a correr en sentido contrario, para asegurarme que nada sale como lo habia previsto.
Dicen que vivir en este mundo es sencillo con los ojos cerrados. Yo prefiero mantenerlos abiertos en el mío hasta cuando duermo.
Te aseguro que no necesito explicaciones sobre que el mundo sigue girando mientras mi corazón corretea. Sí, ya sé que todo el mundo habla pero en este instante es dificil que sus susurros me tapen los oídos.
Cariño, sé que lo que digo todo el tiempo no tiene sentido. Podría procurar decirlo todo de otra forma pero aún así, ni tú ni nadie lo entendería.
Así que solo te pido que seas mi Wendy una noche más y me acompañes a casa.
En el camino no me pidas que ponga nombre a ningún sentimiento.
Talvez encuentre a alguien con quien pueda escapar a Nunca Jamás. Talvez seas tú.

Phoenix.

No busques el veneno en sus palabras, sino la miel que nunca probarás, pero que tampoco necesitas.
Mantente sola, chica, mantente alejada. Sabes sonreír por tí misma y no necesitas las palabras de nadie para seguir. Aguanta como eres. Fría como el helado pero aún más dulce. Eres una Alicia en un mundo que no es suficientemente maravilloso para tí. No eres normal, pero dentro de tu vida eres lo más corriente.
Llora de impotencia en tu pared maravillosa, pero renace de tus cenizas y iluminanos con tu sol cada día.
Escribe tu historia hasta el final, cuando dejes de esperar a un salvador que nunca va a llegar.
Porque nena, ese salvador eres tú. Mantente aquí a mi lado, en este portal.
Porque hoy es tu renacimiento y no quiero que las lágrimas te lo empañen. Eres la única que puede hacerte regresar. Pero nunca lo harás si no cortas las cuerdas que te agarran a sus brazos.
La oscuridad no existe si sabes utilizar tu luz.

Candles.

Nuestra energía desaparece, y estoy completamente sola. No me importa en absoluto que no respondas al telefono.
Todo lo que juraste, las promesas que hiciste, eran mentiras implícitas. No terminaste lo que pareció que por fin ibas a comenzar. Estaba ciega, no podía verte como eras.
Pero ahora que no existe el nosotros empieza a estar todo más claro.
Mi deseo se está haciendo realidad, estoy borrando tu cara de mi mente. Y eres invisible, invisible para mí.
Creí que eras lo mejor que tenía, pero era porque malgasté pensando en tí el tiempo que tendría que haber pasado analizando mis pertenencias.
Un día te despertarás, tú solo con tus ganas de pedir perdón.
Un día me levantaré, sin ganas de oírte o echarte de menos.
Otra noche sola, pero voy a estar bien.

jueves, 5 de abril de 2012

Therapy.


Mi barco parece tan pequeño en este mar de ruido. Es como si escuchara miles de veces las mismas palabras. Y solo sé que quiero alejarme de esta ciudad. Pero mis pies me lo impiden. No quieren caminar. Se han cansado de estar quietos en medio de ninguna parte. Quiero dormirme un tiempo, y despertar como si nada hubiese cambiado, pero mis recuerdos son cuchillos en mis sueños, que los cortan transformándolos en pesadillas. Entre tanta multitud, fui cuidadosa e indiferente pero me arrastraron como una red en este mar lleno de peces. Dame algo, terapia, algo que me haga sonreír como la estúpida que soy.  Algo que me haga olvidar. Algo que me tape los ojos. Algo que arregle mi corazón.
http://www.youtube.com/watch?v=Y5MIWoMzeeQ&ob=av2n