sábado, 2 de abril de 2016

Cuerpo nacido para la tristeza. 
La danza lenta de Chamberlain y la seda fina rasgándose. 
El mundo beige de piel de gallina y los trocitos de mejilla desvaneciéndose como el plástico quemado. 
La soledad se revela en color sepia y los dedos enlazados se separan en una diagonal torpe. 
Si empiezas a contar todo lo efímero, la misma cuenta será efímera; y si consagras todos tus sentidos a una causa, esa causa tomará sentido hasta volverse motor. 
Esto es la gravilla en la herida. 
Y un centauro que a falta de constancia era un humano con cola. 

Todos nos reímos de la cantante calva, de Godot y de los rinocerontes hasta que, torturándonos por necesidad, las mandíbulas batientes se acallaron. Abrazándonos las piernas por la noche, inventando ídolos, sirviéndonos de anestesias: te paras en seco, en medio de tu inconsciente carrera y ves al conjunto de la humanidad huyendo en masa hacia un lugar seguro que no existe.





domingo, 10 de enero de 2016

Nothing's gonna hurt you, baby

¿De dónde has caído, cara de melocotón?
Tan suave y tan tenue, llevas puesta esa mirada del nácar herido que nació una mañana mientras se separaban las nubes, mientras te brotaban las pecas y se te rompían, en un silbido, los dientes.
Cogiste la costumbre de abrazar los radiadores buscando calor.
Limpias las ganas de llorar con una toalla lila, con el olor de aquel jabón francés que tu abuela guardaba en una caja de madera para no estrenarlo nunca.
Y es esa mezcla de imágenes líquidas, material para un documental silencioso, lo que dota a tu vida de un profundo lirismo. Pero final del largometraje, la llama de la cerilla alcanza el dedo y la tienes que soltar.

Mientras tanto, los árboles serán verdes hasta que les crezcan sentimientos. Nada te hará daño.

Dueles con ternura acariciando furiosamente.
Y pese a tu risa, la belleza siempre fue cosa triste.
Y justamente porque eres la criatura más literaria jamás nacida, estas líneas están vacías.
Entre estas contradicciones me mezo envenenada, dejo la cabeza en el suelo porque me pesa.
A cambio, rompo los cristales de mi invernadero para que tu brisa se lleve las hojas.





viernes, 25 de septiembre de 2015

Lentamente ahogo un pájaro.

Y sigo nadando despistada en tus universos vacíos
 encontrándome con el todo.
 Seguimos lamiéndonos las heridas rojas de hierros punzantes.

Jugamos a morder cristales rotos como  al principio, 
recorriendo  con gusto el paladar herido, 
sorteando precipicios de sal sin asustarnos de nuestra naturaleza.

El ojo
sugiere 
un océano invisible que fauces grises que saben a hogar, 
y la vida los quema la piel 
palpitante, 
cuando corremos por pasadizos de mármol 
huyendo del miedo a perder los pies y los cimientos. 

Ese pánico instintivo a liberarnos de las raíces de la tierra, de lo corriente.







sábado, 1 de agosto de 2015

La niña de fuego.

La conocí a través de la puerta abierta de un motel. Estaba de pie y desnuda, exhibiendo sus vértices y consultando el diccionario. ‘Volátil, volátil’, susurraba.

Esa noche llamó a mi puerta y, sin esperar a ser invitada, atravesó la moqueta azul directa al minibar. Descorchó una botella de vino blanco y me pidió que desconectara la alarma antincendios a la vez que se encendía un cigarro largo y fino. 
Tenía la piel transparente y en cada trago que daba a la botella yo padecía por sus labios, finos y granates, que parecían a punto de explotar en un revuelo de arena y caracolas. 
Sentada en el suelo con las piernas cruzadas, con un turbante beige y los mechones rojos liberándose lentamente, me deshojaba expectante. Nunca me había gustado la extravagancia.

Aquella madrugada hizo una hoguera con todos mis sentidos, y bailó alrededor de ella como una loca, como una flamenca.
Me convirtió la vida en burbujas, que soplaba y rompía en su domingo interminable, con aires aburridos. 
Me besaba lento para que le durara el amor.

En sus ausencias, yo tendía los calcetines ya secos, guardaba platos vacíos en el frigorífico y me echaba pasta de dientes en el cabello para ducharme. Asistía a comidas familiares y más tarde escribía largos mensajes disculpando mi ausencia, mientras los fantasmas de tus dedos me recorrían el cuello.

Cuando marchó, me escondí de los atardeceres. Lloré lágrimas negras, porque la niña de fuego me había dejado lleno de cenizas por dentro.



martes, 21 de julio de 2015

Sara.





No será el glamour de nuestros peinados lo que conquistará el mundo, pero ahí estaremos dispuestas a coger nuestro trozo de pastel. Hoy, que nadie va a ganarnos a salvajes, será una caravana en el desierto. y saldrá de nuestra flaqueza, energía que no teníamos. No pararemos a dormir, bailarás mi rubia para mí. Hoy has vuelto a salvarme la vida y tú, sin enterarte. Sin enterarte, tú. Sin enterarte, tú. En las horas muertas de la noche nos beberemos hasta el agua de las flores. 
Voy a sacarte a bailar "Like a virgin" entre todos los feriantes. Te dije ¿son las seis de la mañana? Te quiero pero, no pongas tus pies fríos sobre mí. El ruido inacabable, la luz a punto de salir. No pararemos a dormir, bailarás mi rubia para mí. Hoy has vuelto a salvarme la vida y tú, sin enterarte. Sin enterarte, tú. Sin enterarte, tú. Yo no tenía ninguna duda de que Yola mola mil. Hay señores que cuentan sus secretos de cocina y del vivir. Es la caída más limpia del mundo, y es caída libre, 
caída libre, caída libre, 
caída libre. No pararemos a dormir, bailarás mi rubia para mí. Hoy has vuelto a salvarme la vida y tú, sin enterarte. Sin enterarte, tú. Sin enterarte, tú.



jueves, 16 de julio de 2015

Tú.

Te quiero.


Y cada vez que lo digo se hace más fuerte, cada vez que lo pienso es más real: este cortocircuito que se crea cuando tus dedos rozan mi epidermis y encienden todos mis interruptores. Me iluminas. Te pusiste el traje de electricista y colocaste en mi una red eléctrica. Ahora tengo el sistema nervioso más desarrollado que nunca.
No es solo eso, es quererte hasta el punto de no poder respirar, de una necesidad obsesivo compulsiva y dependiente . La ansiedad de las ganas de sentir tus brazos con los mios, tus manos con las mias y mis dedos con los tuyos. De tu y yo.
Eres la pieza que me encaja a medida, que me vuelve segura. Me das todo lo que me falta y más, y yo te doy todo de mi y siempre será insuficiente en comparación. Estoy enganchada a ti, a tus manías ya tus formas que ya casi son mías. 
Porque somos como placas tectónicas que se mueven conjuntamente, siento que el motivo de mi vida fue para encontrarte porque desde que apareciste el mundo empezó a valer la pena ¿y sabes? El optimismo que creas en mi me asusta y me gusta.
Eres lo más bonito que he encontrado en la vida. 

Siento que pod(r)emos con todo. 



Te quiero. 
(Y siempre lo haré)



miércoles, 8 de julio de 2015


cataclismo.
(Del lat. cataclysmus, y este del gr. κατακλυσμός, inundación).
1. m. Trastorno grande del globo terráqueo, producido por el agua.
2. m. Cualquier otro tipo de trastorno grave producido por un fenómeno natural.
3. m. Gran trastorno en el orden social o político.
4. m. coloq. Disgusto, contratiempo, suceso que altera la vida cotidiana.



Anhelo comprender tus silencios.

Deseo ver como el absoluto explota y los trozos se desordenan y entremezclan como el humo exploten exploten exploten y te miro no tienes alma y pones música porque la necesitas la música estaba en ti tu eras toda música y ahora silencio silencio y estas vacía y jamás te llenaras de fuera hacia dentro y ahora mismo no existe un hueco en el universo donde yo pueda estar cómoda mientras tu existas así como existes ahora


No puedo hacer más que preguntarle a esa mariposa que hace aquí, tan lejos de la felicidad