viernes, 29 de agosto de 2014

Co-razones - Escandar Algeet.


"No hace falta que me digáis eso de que perdéis la cabeza
por eso de que sus caderas...

Ya sé de sobra que tiene esa sonrisa
y esas maneras
y todo el remolino que forma en cada paso de gesto que da.

Pero además la he visto seria ser ella misma
y en serio que eso no se puede escribir en un poema.

Por eso, eso que me cuentas de que mírala, cómo bebe las cervezas
y cómo se revuelve sobre las baldosas
y qué facil parece a veces enamorarse.

Todo eso de que ella puede llegar a ser ese puto único motivo
de seguir vivo y a la mierda con la autodestrucción...

Todo eso de que los besos de ciertas bocas saben mejor es un cuento que me sé desde el día que me dio dos besos y me dijo su nombre.

Pero no sabes lo que es caer desde un precipicio y que ella aparezca de golpe y de frente
para decirte, venga, hazte un peta y me lo cuentas.

No sabes lo que es despertarte y que ella se retuerza y bostece,
luego te abrace,
y luego no sepas cómo deshacerte de todo el mundo.


Así que supondrás que yo soy el primero que entiende
el que pierdas la cabeza por sus piernas
y el sentido por sus palabras
y los huevos por un minimo roce de mejilla.

Que las suspicacias,
los disimulos cuando su culo pasa,
las incomodidades de orgullo que pueda provocarte
son algo con lo que ya cuento.

Quiero decir que a mí de versos no me tienes que decir nada,
que hace tiempo que escribo los míos.

Que yo también la veo.
que cuando ella cruza por debajo del cielo solo el tonto mira al cielo.

Que sé como agacha la cabeza, levanta la mirada y se muerde el labio superior.

Que conozco su voz en formato susurro
y formato gemido
y en formato secreto.

Que me sé sus cicatrices
y el sitio que la tienes que tocar en el este de su pie izquierdo para conseguir que se ría,
y me sé lo de sus rodillas
y la forma que rozar las cuerdas de una guitarra.

Que yo también he memorizado su numero de telefono
pero también el numero de sus escalones
y el numero de veces que afina las cuerdas antes de ahorcarse por bulerías.

Que no solo conozco su última pesadilla,
también las mil anteriores,
y yo sí que no tengo cojones a decirla que no a nada
porque tengo más deudas con su espalda
de las que nadie tendrá jamás con la luna (y mira que hay tontos enamorados en este mundo).

Que sé la cara que pone cuando se deja ser completamente ella,
rendida a ese puto milagro que supone que exista.

Que la he visto volar por encima de poetas que valían mucho más que estos dedos,
y la he visto formar un charco de arena rompiendo todos los relojes que la puso el camino,
y la he visto hacerle competencia a cualquier amanecer por la ventana: no me hablen de paisajes si no han visto su cuerpo.

Que lo de "mira sí, un polvo es un polvo",
y eso del tesoro pintado de rojo sobre sus uñas
y solo los sueños pueden posarse sobre las cinco letras de su nombre.

Que te entiendo.
Que yo escribo sobre lo mismo.
Sobre la misma.

que razones tenemos todos.

Pero yo
muchas más que vosotros."

viernes, 15 de agosto de 2014

Squames of Blood.

No savia que una llàgrima es podía quedar congelada.
I això que em pensaba experta de totes les formes posibles de emoció.
Pero ahí les veía, una a cada ull, atemorides d'ixir al mon real on están destinades a morir.
Les guardaré junt amb les escames que m'arranca el nerviosisme, junt amb les albes que he viscut amb tu i amb els cristalls als peus que són el meu dolor preferit.

A dintre meu, es tot aigua. Aigua convulsa per el batec de centenars de cors diferents.
D'alguns en conec el propietari. A voltes sentía el batec només coneixe'l, i de vegades simplement una coincidencia feia que les seves artéries buscaren les meves per unir-se.

Altres, en canvi, no tenen nom, i m'enerva patir taquicàrdies de les que no conec la procedencia.
No poder curarles desde l'arrel de la connexió, patir per fantasmes.

Visc explorant paisatges humans per trovar als amos de les meves sangs.


miércoles, 6 de agosto de 2014

Por no llorar.

Pescar un gran pez,
hacer un buen batido,
subir la persiana y encontrarme contigo,
hacer el amor después de la tormenta,
jugar en las cuestas
tumbarme en la arena con una cerveza fresca,
nadar en el mar o bailar con la orquesta,
refrescarme la frente en una fuente.

Perder el tren, perder la cabeza,
encontrar una sonrisa y perderme en ella
hacer la compra, comprar una botella y beberla en pareja.

Viajar en trenes,
leer un libro que me quepa en el bolsillo,
cojer piñones y comer macarrones,
hacerme el despistado en las reuniones,
mirar diez capítulos seguidos de una serie,
jugar al Guitar Hero y creerme el puto héroe.

 Marcar tu calendario, pisar el escenario,
volar por tu barrio o subir tu salario emocional hasta el campanario.

Sí, soy un solitario, un proletario del vocabulario,
y hoy rimo todo río porque

sonrío por no llorar
y
 río por no llorar.

 
 
'Delafé y las flores azules'