Querido yo:
Hace días que te quiero decir que ya no te necesito. Eres tú el causante de esta tragicomédia.
Te odio y por eso te quiero.
Te quiero y por eso te odio.
He estado recapacitando sobre lo que pensaste. Aquello que me dolió y aquello que no lo hizo, que vino despacito y se me atragantó.
Escúchame, que se me han quedado las espinas en la garganta. Que ya no florece ningun lírio. Que la película se ha acabado y sigo sentada en la misma butaca número 78.
Así que por favor te lo pido, vete y no me dejes nunca. Márchate y no te olvides de mi. Quédate conmigo para siempre y no vuelvas.
Que hoy no quiero saber ya nada de ti y por eso te escribo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario