martes, 15 de mayo de 2012

Dancing with yourself.

Cuando no hay nadie más a la vista, en una noche de soledad, de repente, estás bailando contigo misma.
Sus ojos vacíos, giran con tus tobillos. Tus silbidos suenan más allá de la calle.
Y cada giro te devuelve la felicidad y la multipica. Te envuelve en un torbellino de pelo y luces giratorias.
Abres los brazos para abarcar  tu conquista. En este instante, no necesitas nada más que tu propia carcajada sin motivo.
No tienes nada que perder, no hay nada que demostrar, cuando bailas contigo misma. Tu vida es como un musical, y no puede haber una escena mejor. Sé más feliz si puedes.
Sientes ojos que te vigilan desde las ranuras, entre las esquinas. Estudian tu extraño comportamiento.
Dedica este baile a ellos y a la pareja ausente. Allí donde esté está bien.
Tienes el blues, tienes la alegría de fin de semana. Solo quieres salir por tu propio mundo.
Ahora no tiñas tu pelo, no cubras tus ojos de negro. Preciosa, nunca te calles ni aceptes.
Convierte este instante en un modo de vida. Simplemente haz lo que sientes, que es lo que hay.
Como ahora, que no escondes tus dientes al reír, sólo disfrutas de tu risa.
No importa si los giros te marean y no tienes donde agarrarte.
Te quedas tumbada mirando la noche, mientras el mundo sigue girando a tu alrededor.
Pero tu cabeza sigue bailando consigo misma.

2 comentarios:

  1. Te sigo *-*
    no solo por las entradas, si no porque tienes un excelente gusto para la música !
    besetes!

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