No me dejes sola una noche más en esta cama tan grande. Sorpréndeme cuando menos me lo espere.
Ven en la oscuridad y agárrame por las costillas.
Échame el aliento en el cuello, intentaré respirar a tu compás. Una máquina perfecta.
Qué tonta he sido. Me duele saber que duermo sola y tú también. Sabes que no sé dormir sólo conmigo.
Percibiría tu olor y dormiría bien por una noche. Tengo los pies fríos, pero te buscaría.
Y por primera vez, estarías tan cerca...
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