sábado, 8 de noviembre de 2014

Ven, coge asiento, voy a contarte un secreto:

Cuando el todo y la nada chocan, se colisionan.
El todo puede a la nada. La nada puede al todo.
Y el mundo y todo lo que les rodea parece que se quiebre poco a poco.

Y así pasa con las personas.
Cuando el amor puede al odio.
Cuando la tristeza puede a la felicidad.
Cuando la risa le gana ese pulso al dolor.
Cuando la rabia es capaz de destrozar a tu puta tranquilidad.

Y no hay más.
Nuestros átomos están destinados a destruirse los unos a los otros,
la vida es una infinita guerra entre cabeza y corazón.



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