lunes, 21 de abril de 2014

Querido Corto Maltés.

 
''Arranqué una hoja de libreta y me puse a dibujar una ala de gaviota, un trozo de mar, un barquito de vela, una ventana medio abierta con el cielo clavado en los cristales y escribí sin pensar:

'Si tu quisieras, podrías cortarme las alas,
entonces sería solo tuya,
pero ya no podría volar.
Y lo que tú amas... Es mi vuelo.'

Dejé la nota sobre la cama, me puse un pantalón y una camisa, bajé las escaleras sin hacer ruido y salí a la calle. Empezaba a clarear.

Sí, tal vez en la vida había caminos más dulces y más fáciles...''




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