martes, 12 de marzo de 2013

Smooth.

Te miro a los ojos, y veo las conchas vacías más bonitas que encontraré. Pero vacías.
Y necesito acunarte entre mis brazos cuando tus lágrimas se mezclan con la lluvia de invierno.
Olvido que fuiste el medicamento que destruyó la enfermedad. Y finjo que tus palabras son ciertas, y que mis oídos son los primeros en oírlas.
Imagino como sería todo si de verdad yo fuera especial, y tú tuvieras esa mirada. Si yo pudiese devolvértela un instante.
Tú hablas, yo tatúo esa sonrisa en mi cabeza para poder dibujarla más tarde.
No estamos aquí el uno con el otro, sino el uno para el otro.
Eres el hilo. La prueba de que el amor es fácil. El sabor a sal que no llegará. Las canciones por la mañana. Palabras que reposan en mis pestañas.
Me miraste y me desnudáste capa por capa. Quiero escribir sobre tí.

Posaste los dedos sobre mis párpados y abriste mis ojos hacia una luz. Me cojes las muñecas entre las manos, y te guardas mi suspiro. Precioso.


Crawled out of the sea, straight into my arms.

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