Pintaste la buhardilla de dorado, para mirar al sol entrar por la ventana.
Hay conchas blancas en las paredes, cuadros pintados una madrugada cualquiera.
Los miércoles cambio las flores, todo está vivo. Tus silbidos llenan todo el espacio.
Me acaricias la espalda cuando no puedo dormir. Me cojes cuando te miro llorosa durante las películas tristes. Me besas cuando me desvelo de noche. Te ríes cuando hago números musicales encima de la mesa. Entiendes todos mis silencios. Entiendes cuando has de respetarlos, y cuando tienes que abrazarme. Me enseñaste a no esconderme de nada.
Nunca somos infelices. Nunca del todo."
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