lunes, 21 de enero de 2013

Midair.

Mi vida sigue sonando como esa canción, aunque no haya nadie cantándola.
Esto es más de lo que pensé que podía existir.  Soy más de lo que creí ser.
El final es desconocido, y llega siempre demasiado rápido.
Ya no necesito palabras para creer ser algo.
Una tarde me arranqué las tiritas, los cables, y las agujas de la piel.
Desconecté las máquinas que me mantenían viva, para acabar con todo, y descubrí que podía vivir sin horrocruxes.
Amar es suficiente. Y se puede hacer sin dosis necesarias.
Decían que esto era difícil. Y no es duro, ni complicado. Es como respirar.
Respirar el aire que tú has escogido para vivir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario