Seguira gustandome el helado de avellana, Italia, soñar, la música de los 80, que me pegue el sol en la cara, la lluvia y pisar hojas secas con los pies descalzos.
Que llegará el momento de dejar de perder la paciencia, de olvidarse de chupar los cuchillos empapados de nutela, que aprenderé a dejar de mirarte...
Porque nunca nadie, ni tú, podrá cambiar mi vida, mi camino, mis ideas diferentes, como las de todos.
Yo y mi capacidad de acabar de romper lo que arreglaba.
Quiero hacer lo que me dé la gana: reír de todo, comer palomitas, pintar con los dedos y subirme al tejado cuando llueve.Todo lo que me haga feliz.
Y cuando Peter se vaya que se lleve lo que me sobra.Mis manos siempre serán frias,seguiré tropezando, seguiré pensando que Paul, John, George y Ringo hicieron esas canciones para mí.
Dejare ser la vida como sea, porque yo no sé vivir, improviso.
Cogeré las cosas malas y las haré mejores, los problemas seran solo acciones sin resolver y la gente me mirara por la calle al verme sonreir sola.
No seré una abeja más del enjambre, disfrutaré del viaje dando bocados al mundo. Lo sé.
Hay lugares que recordaré toda mi vida, personas.Algunos han cambiado, otros no.Yo los recordaré igual que siempre.